Nuestra jornada está repleta de actividades. Sólo cuando nos detenemos para pensar, recién nos damos cuenta de cuántas cosas hemos hecho durante un día. Esas acciones,actitudes, relaciones, silencios, y omisiones son los hilos con los que tejemos la obra grande y única de nuestra vida.
La historia de nuestra vida es como un bordado que trabajamos cada día. Tiene puntos claro y puntos oscuros, de luces y sombras, con exuberancia de colores o con tonos imperceptibles: es la vida, con sus momentos de euforia, de fiesta, de dolor, al lado de tiempos de silencio, de oración, de paz y de lucha. Cada punto, cada lazo, cada nudo nos va realizando y va manifestando a los demás lo que somos.
Nuestras reflexiones son experiencias de vida. Pueden ayudar, señalar caminos, prevenir atritos; pero la originalidad, la belleza de nuestro bordado depende de cada uno de nosotros.
Todos pueden ayudarnos; pero sólo nosotros tenemos los hilos, los colores, el don de hacernos únicos, originales, diferentes.
La vida es linda, y aún más lindo es el poder vivirla con sabiduría, no para que simplemente pasemos por ella, sino para que sea aquel retazo insustituible en el tejido de nuestra familia, de la comunidad en la que vivimos y de la gran historia humana. Dios está con nosotros; fue él quien ideó la maravilla que somos. Dice Jesús que la gloria del Padre se manifiesta en nosotros cuando damos mucho fruto y somos sus discípulos.
Cultivemos la vida, la amistad, la armonía, el amor, la convivencia, la gratitud; así seremos cada vez más hijos y más hermanos, y nuestra existencia será más feliz.
By: NN
