miércoles, 13 de abril de 2011

Agradezco a Dios


Agradezco a Dios por tener una vida sacrificada, porque todo lo que tengo es gracias a mis esfuerzos, gracias a mi sudor, mis lágrimas y mi sangre.

Agradezco el tener que sufrir el doble, o hasta el triple para conseguir todo lo que quiero, porque le da más valor a mis sueños.

Y cuántas veces me he quejado de él, y hasta dejé de creer en él, pero cuando menos esperaba él me mostraba que nunca me había dejado, que era él quien me empujaba hacia adelante, él era quien me había alzado cuando ya no tenía fuerzas en mis piernas, y cuando ya no lo veía él me había mostrado que siempre estuvo allí.

Agradezco el haberme perdido por momentos desesperados porque en esos momentos me iluminó y me demostró que era yo la que no creía en mí misma. Agradezco que me haya tocado vivir con los problemas familiares que tengo ... Agradezco la oportunidad de tener un padre alcohólico porque eso me recuerda que nunca querré ser una madre así, ni siquiera una persona que se entregue a eso por débil que sea... , agradezco por los dolores del alma que voy experimentando cada vez que una ilusión me lastima.

Agradezco que me haya perdido en la oscuridad de la tiniebla para buscar la luz, y el pensar que nadie veía mis esfuerzos por realizar mis sueños, porque me demostró que en los momentos menos esperados me tenía preparada la luz más intensa, o la sorpresa más linda de mi vida, y así fue y será siempre, él está allí en mi soledad, en mi alegría, en mi tristeza y en cualquier momento, lo sé porque siempre me mostró que nunca se había ido, que nunca me abandonó sino que yo la abandoné.

Agradezco a Dios por dejarme sentir la melancolía porque me hace fuerte, la alegría porque me hace dulce, el sacrificio porque me hace perseverante, le agradezco ser lo que soy, porque sé que gracias a él nada sería igual en mi vida.

Viejo, gracias por decirme: "acá estoy boba, nunca te dejé, y nunca te voy a dejar aunque vos no me sientas", y sí, es que así es... así nos tratamos él y yo jeje!!! ¿Cuántas veces me dijo: " yo te acompañé esa noche, en ese dolor"?, pero yo lo ignoraba y le reclamaba... y entiendo que era yo la que se enojaba con él.
Gracias por hacerme el aguante en todo momento... Dios!!!


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